Comenzaremos nuestra historia con un pequeño preámbulo, que Roberto y Jesús
adjuntaron a las canciones de nuestro tiempo y que creemos compartimos todos.
2015
“Reencuentro que nace con el deseo de
mantener viva la llama de aquellos momentos tan dulces y mágicos que
compartimos juntos en nuestros años de niñez y juventud.
No están todos los que fueron y,
seguramente, alguno no fue, pero debería haber sido.
Con el cariño de entonces, aún intacto,
nace esta historia, que intentaremos ir enriqueciendo y mejorando con la
aportación de todos”
Después de 39 años hemos logrado
retomar el contacto, no ha sido fácil, iniciado con Roberto y Julio, se han ido
incorporando prácticamente la totalidad de la pandilla, reconociendo en este punto la buena
labor de Roberto. Gracias amigo.
Hemos ido haciendo memoria y recabando
información de nuestro barrio, intentamos narrar una historia, que no sabemos si se fiel a la realidad, los que si sabemos
que es la nuestra, y que está abierta a las aportaciones, correcciones,
rectificaciones y lo que se quiera aportar desde el grupo.
Nos parece fascinante, increíble y de una
amistad que ha superado un largo periodo de silencio, y que hemos acordado que
ha sido la vida la que ha producido ese paréntesis, pero hay que dar gracias
por un reencuentro que a nosotros nos ha llenado de alegría
y procurar no volver a perder el contacto da igual sea Whatsapp, E-mail,
teléfono, comidas, cenas, desayunos, etc..., y pasado el preámbulo, comenzamos.
Proyectado el barrio en 1956 por el
arquitecto José Luis Romany Aranda, 1.839 viviendas, 3 mercados.
En bloques de 4 y 5 plantas (unos 50), y viviendas unifamiliares de 2 plantas
adosadas (unos 395), más 135 locales, con su iglesia lógicamente.
Nace el barrio en los años 60, de gente de todo tipo y clase pero, sobre todo, de gente a la que todo le estaba por llegar en la vida. Había
gente trabajadora, funcionarios, guardias, militares, médicos, etc..
Teníamos una gran edad, 4, 5 y 6 años; si, una gran edad
para descubrir cada rincón, cada esquina y cada amigo. Teniendo en cuenta que
el barrio solo tenía hechas las viviendas, y unas calles para atravesarlo, el
resto era tierra, que constituía unos estupendos parques.
Frente al bloque 8 no teníamos nada más que una pequeña porción de
tierra, que nos fue suficiente para jugar con cualquier
cosa y nuestra imaginación, en cuyo montículo aprendimos a montar en bici,
jugar con las chapas, las bolas y el peón, y qué decir de las pistolas de vaqueros y las espadas de madera, y el
futbol, y un poco más mayores la lima, no puedo decir a que jugaban las chicas,
los chicos jugaban con los chicos con los chicos y las
chicas con las chicas, por aquel entonces eran
invisibles, yo no recuerdo que hacían, pero curiosamente con el tiempo solo existían las chicas.
Los bloques 9 y 10 eran privilegiados, se
extendía una estupenda plaza de tierra donde todos los niños y también las
niñas jugábamos a todo tipo de juegos de calle infantiles pero, sin lugar a
dudas y para los chicos, lo más importante fue el fútbol.
Nuestras guarderías eran el colegio sito en el bloque 8, Badalona, nº 94,
1º izda., no recordamos el nombre de las señoritas, y otra en el bloque 9, Badalona nº 98, 1º Izda. Señoritas, Dª
Engracia y Dª Isabel, aunque en realidad todos los negocios se montaban en las
casas, y posteriormente se trasladaron a los mercados y nuestras primeras
pellas en las escaleras que había a la izquierda según se salía del portal de
las maestras, con el final que todos suponéis.
Fuimos creciendo, y recuerdo que para ir al cole, al cine (3 Alameda,
Jarvi, Esmay), a los billares (2), cortar el pelo, las tiendas, etc., había que
subir una cuesta a Fuencarral, y para ir a plaza Castilla o Cuatro Caminos,
otra cuesta hasta la carreta de la plaza, a coger el P24, posteriormente llego
el P26, que nos pillaba más cerca.
Detrás de los bloques 8 y 9 había una gran huerta, en donde posteriormente
(sobre el 64) construyeron la UVA, y la carretera de Colmenar nos separaba de
la colonia de los americanos, y donde nos gustaba ir.
Los primeros amigos:
Bloque 8: Luis, Andrés, Julio, después Alfredo, Alfonso y un tiempo
después Tomas, Edi, Julian.
Las chicas bloques 8:
Mariaje, Kay, Blanca Rosa, Rosa
Bloque 9: Santiago, José Luis, Luis Tejedor, Ángel Luis, Enrique Navarro,
Enrique Deza, Toni, Víctor, Manolo, Francis y Roberto (un servidor).
Bloque 11: Pepe, Miguel Ángel, Alfonso y Luis los hijos del zapatero.
Las chicas bloques 9 y 10:
Mari Pili la hermana de Pepe a la que
Roberto ha llegado a considerar como lo más cercana alma gemela de Roberto.
Dicho esto, puedo nombrar a Teresa (DEP) hermana de
Santiago, la citada Mari Pili y las más pequeñas María y Beatriz también
hermanas de Santiago, Laurita hermana de Luis Tejedor, Merceditas hermana de
Enrique Navarro, Alicia hermana de éste que escribe, Charo hermana de Víctor y
Manolo y Angelines.
Como se puede ver, a los del bloque 8 los del 9 y 10 nos ganaban por
goleada.
Teníamos un gran parque, todo el barrio, y
además en original, no teníamos protegido nada de nada, ni prohibido y nunca
nos paso gran cosa, se jugaba con todo, aprendimos a montar en bici, todos en
la misma, a jugar con el balón del que lo tenía a mano, al peón, las chapas,
las canicas, la lima, y por la noche, pues si, también se nos hacía de noche
jugando, nos llamaban y terminaba bajando alguna madre, la verdad es que era
difícil terminar con el juego.
Luego llegó el colegio, Los chicos fuimos la mayoría al Virgen de la
Fuencisla, un colegio donde se aprendía con sangre, literalmente, un profesor
de historia que te escalabraba con un anillo enorme solo por hablar o pensar
que habías hablado, un tal Teodomiro, que aun hoy me pregunto de que caverna de
Atapuerca salió (con perdón de los de Atapuerca), donde el grado de sadismo de
algunos profesores hoy en día sería de cárcel, estábamos divididos chicas por
un lado y chicos por otro, no sé como trataban a las chicas, y otras iban a las
monjas.
Según recuerda Roberto, sus primeros amigos eran especialmente Ángel Luis,
Luis Tejedor, Enrique Navarro, Manolo y Miguel Ángel, su mejor amigo de aquel
entonces, aunque a la larga no fue obstáculo, la edad, entonces era un abismo,
porque los mayores en uno o dos años más iban por otro lado: Enrique Deza,
Santiago, José Luis , Francis y Pepe.
Roberto recuerda que Víctor era como el
hermano mayor de todos nosotros (bloque 9 y 10), además de hermano real de
Manolo, y nos deleitaba con su compañía e historias y películas que nos contaba
a todos juntos.
En el bloque 8 los primeros amigos fuimos, Luis Muñoz, Andrés Marfagón, y
Julio M.Vidales, al que se unieron, Alfredo, Julián, Tomas, Edi, Alfonso.
Lo que nos unió, y tengo que darle la razón a Roberto, fuero los partidos
en frente del bloque 9, Los bloques 9 y 10 contra el 8, casi todos los a medio
días antes de volver al cole por la tarde. Finalmente formamos un equipo a modo
de selección con todos los que así lo quisieron que se llamón Olimpique con
escudo y todo.
Chicas:
Las chicas, ¡qué gran época! aquellos primeros juegos, aquel conejo
que aparecía al caer la tarde, y que alguien descubría diciendo, el conejo ya
está aquí, tu….., y que premiaba la inocencia, y algún otro
al que jugábamos con ellas con el fin de estar cerca, francamente, aburridos y
algo sosos, pero es mejor que lo cuenten ellas.
Luego la etapa en la que solo importaban ellas, que difícil fueron nuestros
primeros escarceos con el sexo débil, la realidad es que no nos hacían caso,
hasta aquel día en la colonia de los americanos. Roberto que tiene más memoria
que yo, recuerda que un domingo, estando él en la terraza de casa, pasamos por delante Luis, Andrés y yo (Julio), le
llamamos, y nos fuimos a dar un voltio por Mirasierra. Allí tuvimos nuestra
primera aventurilla pues unas chicas muy majas entre las que recuerdo a las
hermanas Aurora y Pili –muchas Pilis en nuestra historia- nos ligaron ya que
ellas tomaron la iniciativa a la que no nos costó nada responder positivamente.
Debía ser la primavera-verano del 69.
Salimos con ellas en pandilla durante una temporada, Luis un poco más en
plan ligue-pareja con Pili y de ahí pasamos a 1970. En esa primavera comenzamos
salir con María Jesús (Mariaje) y su prima Nines más alguna amiga o compañera
de colegio de esta última (Toti, Rosa Mari y Charo). Creo recordar que fuimos a
pasear por el Retiro, al cine por la calle Fuencarral en Quevedo donde
tomábamos un helado italiano, y que también quedábamos en Sol, nos comprábamos
una trufa de chocolate y seguíamos el programa previsto.
Pasados los primeros tiempos citados, el
núcleo con el que se creó la pandilla fue la unión de los que llamo “medianos”
de los bloques 8 y 9, a saber: Julio, Luis, Andrés, Tejedor, Navarro y Roberto.
Después de varios años yendo a todo juntos, a jugar, a estudiar, al cine, a
competir en deporte y montar en bicicleta, llegó, se conoce, el momento de
crecer, e incremento la pandilla Pilar, Mariaje, Luis, Andrés, Roberto, Enrique Navarro, Enrique Deza, Julio, después; Alfredo,
Pepe, Jesús, y Kay cuando vino de Irlanda. Entonces fue cuando comenzamos las llamadas reuniones, y teníamos tres joyas, que se encargaron
de invitar a primas, compañeras de cole, en fin que nos juntábamos una buena
tropa.
Llegó el verano del 70 y para entonces los componentes éramos los 6
nombrados antes más Alfredo y las chicas citadas a la que se incorporó Kay que
vino de estudiar en Irlanda con un fenomenal LP de Simon & Garfunkel en la
maleta.
Creemos que la primera reunión fue ese verano, en el taller del Padre de
Andrés, le limpiamos, y nos juntamos: Luis, Andrés, Tejedor, Navarro, Roberto,
Julio, Alfredo, Mariaje, Nines, y Kay, y por supuesto ese disco (Simon &
Garfunkel) que se quedaría para siempre en nuestra memoria. Las reuniones se
sucedieron en las casas de cada uno, y la pandilla fue creciendo, se
incorporaron Pepe, Enrique Deza, Santiago, Jesús (Bloque 42) y nuestro Disc
Jockey (DJ). Francis creo que ya tenía novia, otra de las Pilis. Creo recordar
que una de las mayores reuniones fue en Casa de los Deza, más de 50, había
gente hasta de cuatro caminos.
También tuvimos algún que otro incidente en las reuniones, y que todavía no
sé muy bien porque no nos mataron nuestros padres, seguramente porque jamás
fueron aclarados.
Quiero dejar constancia del desastre más significativo, y aprovechar para
agradecer a los padres de Luis su comprensión en los acontecimientos, y por no
acabar con Luis y los 6 amigos de la infancia, responsables del desaguisado, y
aunque todos sabemos que paso, haremos una sinopsis de los hechos jamás
aclarados, pero que los citados sabemos como aquella pata del mueble se rompió,
y venció todo el mueble con la cristalería, la tele, etc, y el desastre, creo
que Navarro intento arreglar la tele, y los demás recoger los destrozos, y no
quiero decir como calzamos el mueble, en fin, “Gracias Luis”.
Y seguimos creciendo, pasado el verano del 71 el grupo aumentó de nuevo.
Era domingo y estando por el barrio nos tropezamos con Jose Miguel Paz y su
pandilla: José Luis y Javier Garmendia, Juan Ramón, Jorge, Esperanza, Mari Carmen, Ana y Conchi. Nos fuimos todos a una reunión
improvisada, creo así fue, en uno de los hotelitos y las reuniones se
consolidaron, siguieron, los mesones, la piscina del Real Madrid, La Fontana,
las guitarra, bongos, flauta etc., y las chicas, ¿Por qué no vendrían con algún
manual?, no éramos capaces de conquistar a ninguna, que desastre de tíos, y con
el tiempo creo que es un milagro que nos aguantaran.
Las Navidades:
Era sin lugar a dudas unas fechas en las que mejor se pasaba, vinos en la
cava baja, bocatas de calamares, cine, y la gran preocupación, ¿Dónde hacer la
reunión de Noche vieja?, sin saber como siempre aparecía como por arte de magia
una casa donde terminar el año.
Celebrábamos el día 28, el 24, por supuesto el 31, y el 1 de Enero, más
todos los fines de semana y los días entre media, ¡nos faltaba tiempo!
Roberto
y Julio